RITO DE CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DE LA CARIDAD
7 DE SEPTIEMBRE DEL 2008
VÍSPERAS DE LA FIESTA DE
LA VIRGEN DE LA CARIDAD DEL COBRE, PATRONA DE CUBA

Una vez concluida la homilía, el Obispo parado frente al altar, invita a las familias que desean consagrarse a acercarse al altar.

INTRODUCCIÓN
 

 
Obispo: En este año Paulino y al comenzar el trienio preparatorio  para la celebración del cuarto centenario del hallazgo y presencia de la imagen de la Virgen de la Caridad en Cuba, estas familias se disponen a celebrar solemnemente su consagración a María, madre de Jesucristo y madre nuestra.  Ella, invocada como la Virgen de la Caridad del Cobre por los cubanos, es Modelo y Estrella de la evangelización.  Por eso estas familias quieren modelar sus vidas y apostolado según el ejemplo de María, Madre Santísima, que desde el principio supo estar abierta a la escucha de la palabra de Dios y acatar su voluntad.
 
INTERROGATORIO
El Obispo interroga a los que vienen a consagrarse con estas palabras u otras semejantes:
 
Obispo: Consagrarse significa entregarse y comprometerse. ¿Quieren consagrarse a la Virgen de la Caridad y poner sus vidas al servicio de Dios y de la Iglesia como laicos y según sus compromisos bautismales?
 
SM: Sí, queremos.
 
Obispo: María es la primera discípula de Jesús, la mujer fuerte, humilde y sencilla, de fe orante y comprometida que buscaba siempre la voluntad de Dios, atenta a las necesidades de los demás. La mejor promesa que podemos hacerle a la Virgen es imitarla. ¿Quieren imitar fielmente a María, Madre Santísima, en sus vidas y en su apostolado?
 
SM: Sí, queremos.
 
Obispo: En María, la Madre que nos entrega a Jesucristo, el Hijo de Dios, siempre hallamos los valores del Evangelio.  ¿Quieren hacer el compromiso de ser testigos de la verdad del Evangelio y de proclamar por todos los pueblos, barrios y ciudades, que Jesús, el hijo de María, es el Camino, la Verdad y la Vida?
 
SM: Sí, queremos.
 
Obispo: Entonces en presencia de María, Madre Santísima, y de la iglesia reunida aquí hoy para celebrar su fiesta, los invito a que hagan la profesión de su consagración.
 
ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN

SM:

Virgen Santísima, soy todo tuyo y todas mis cosas te pertenecen. Te pongo al centro de mi vida. Danos tu corazón, María de la Caridad, para que unidos a tu hijo Jesucristo a través de ti, podamos en nuestro apostolado ser mensajeros del evangelio y portadores de la esperanza siguiendo tu ejemplo y acogiéndonos a tu protección.  Que siempre se haga la voluntad de Dios en nuestras vidas. Amén.

 
Obispo: Padre eterno, mira con bondad a estos hijos tuyos que al consagrarse a la Virgen de la Caridad te ofrendan el amor que tú mismo les inspiraste. Concédeles que sean siempre fieles al compromiso que han hecho.  Por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
 
SM: Amén
 
Las familias consagradas regresan a sus asientos y continúa la misa.